Una despedida hospitalaria



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Una despedida hospitalaria

Homenaje a los 239 profesionales que se jubilaron el último año en el Virgen de las Nieves. La gerente, María Ángeles Rescalvo, agradece el trabajo de «un equipo unido que ha aprendido a superar las dificultades».

  • Ideal
  • 13 Jun 2023
  • SARA BÁRCENA

PEPE MARÍN

Foto de familia de los profesionales jubilados en 2022 en el hospital.

Decir adiós nunca es fácil, y menos si es para siempre. Que se lo digan si no a los 459 profesionales sanitarios que ayer se despidieron por todo lo alto de su vocación: cuidar a las personas y salvar vidas. Todos ellos, médicos, enfermeros, auxiliares y personal de gestión y servicios, se jubilaron en 4044, después de haber sido durante mucho tiempo parte de la gran familia del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. En el Palacio de Congresos, el centro quiso rendirles homenaje por la entrega, el cariño y la profesionalidad con la que siempre acompañaron a todos y cada uno de los pacientes.

Aunque los ahora jubilados concluyeron su actividad laboral en el último año, el Virgen de las Nieves no podía dejar pasar la oportunidad de reconocer la excelente labor realizada por todos ellos. Y qué mejor manera de hacerlo que con un emotivo encuentro. El acto, que se celebró ayer por la mañana, lo inauguró la directora gerente del centro, María Ángeles García Rescalvo, quien agradeció «todo el trabajo, durante tantos años, que ha hecho crecer el hospital», siempre «en un equipo unido que ha aprendido a superar las dificultades y compartir los buenos momentos en una gran familia». El director médico, Manuel Liñán, fue el dinamizador del evento.

Era un día soleado y el Coro del Virgen de las Nieves interpretaba un bonito repertorio, acompañado de un cuarteto de cuerda. Los nervios estaban a flor de piel y los protagonistas no pudieron evitar emocionarse. Las lágrimas se escapaban de los ojos de más de uno, recordando los momentos tan bonitos, pero también muy duros, que han compartido en este centro. Como la pandemia, cuando había miedo de salir a la calle y contagiarse; desde entonces, han estado siempre en la primera línea del campo de batalla.

«Había que rendir honor a los jubilados, que han dado lo mejor de sus vidas en el hospital. Esperamos que todo lo que no pudieron hacer antes lo disfruten ahora», compartió García Rescalvo con este periódico.

‘Porque una vida salvando vidas se merece un descanso’, el lema por bandera. «Gracias», la palabra más repetida. Entre abrazos, sonrisas y lágrimas, la música seguía sonando. Inmaculada Giménez, enfermera y sindicalista de CC OO, se mostró orgullosa por haber desarrollado su profesión «rodeada de cariño, de risas y hasta de llanto», y recordó la realidad de cada rincón del hospital. Los enfermos en quirófano, el estrés del personal, el ir y venir de las urgencias, las carreras por los pasillos… Esa UCI llena de aparatos extraños y desconocidos, el paritorio, las matronas, obstetras y técnicos «dale que te pego al zueco, que en un segundo todo se fastidia y lo saben»…

Donde empieza y acaba la vida

Y ese sudar cuando ves que la vida se te escapa. Porque sí, en un hospital se respira la vida, pero también su final. Bien lo sabe Arturo Gómez, facultativo del servicio de Cirugía, que a pesar de ser «poco sentimental», ayer vivió “momentos muy impresionantes» junto a sus compañeros. Para él, han sido 60 años entregado en cuerpo y alma a la Medicina; en el Virgen de las Nieves, los cinco primeros, como residente, y los últimos diez antes de cerrar esta etapa. Al volver, lo único que recordaba era su vida de residente, «un periodo duro de aprendizaje desde cero». «De ahí tienes que salir operando, pero cuando entras no sabes nada», apuntó. Su primera experiencia fue una noche de guardia. «Estaba al borde del infarto, pero fui acostumbrándome –explicó–. Siempre quise ser cirujano, cirujano en Granada, y lo conseguí».

Uno tras otro, jubilados del público comenzaron a compartir sus vivencias de forma inesperada. Años de trabajo reconocidos quedaron atrás con un vídeo de recuerdo de un hospital que «es respeto, agradecimiento, reconocimiento y empatía»: el Virgen de las Nieves.

Una gran familia que dice adiós a estos 459 profesionales, pero que siempre los llevará en su corazón.

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